Publicado: 6 de Mayo de 2018
TIEMPO Y ESPACIO PARA TI
“Dueto de Shiatsu”, ¡qué bien suena! Parece un
masaje musical, y ¿qué más?
El masaje a cuatro manos es una coreografía de maniobras fluidas, suaves y precisas, realizadas con
ritmo y de manera coordinada para ofrecer un momento de relajación absoluta que
se puede sentir con cada fibra del cuerpo.
Es una experiencia de dulzura, energía y conexión increíble, que lleva a la
persona a volver a encontrar el camino de la serenidad.
Transmite sensaciones nuevas para un bienestar total.
Favorece la conexión entre la mente y el corazón en lo
más profundo del ser.
Dos especialistas a la escucha atienden a una misma
persona: somos una mujer y un hombre para mover al unísono las energías
masculinas y femeninas del receptor. La intención es romper el control mental y
provocar la rendición sin resistencia al flujo del movimiento.
En este baile, invitamos al cliente a un espacio donde se mezclan toques
y mociones totalmente sincronizados, y otros donde no existe la noción de
secuencia lineal ni la estructura previsible. Presiones suaves, otras veces más
fuertes, con hábil respecto a las limitaciones.
En este encuentro el receptor solo puede ceder
el control del cuerpo y abandonarse a la experiencia, entrando en un estado de
escucha interna y de concentración en el sentido del tacto y de las
sensaciones corporales, donde es posible que afloren emociones contenidas,
ignoradas o evitadas. Ese es el momento oportuno de darles atención en el marco
de la relación de ayuda que se establece entre cliente y terapeutas.
Así durante la sesión son posibles intervalos
de armonía entre los dos terapeutas, donde cada uno es el complemento del otro
en su cadencia, y otros de inducción al caos, orientados intencionalmente para
romper el control mental de la situación y provocar la rendición sin
resistencias al flujo del contacto y movimiento, produciendo sumo bienestar en
la persona que lo recibe.
Parece una danza que empieza lentamente y
termina en una explosión, en la que el sistema límbico induce una relajación
profunda…
Dueto de Shiatsu es también dueto de energía.
El énfasis del contacto del movimiento y la fuerza de las sensaciones físicas desde dos focos suscita en la persona que lo recibe una entrega absoluta.
Cuatro manos movilizan, estimulan o relajan la energía del
cuerpo con mayor intensidad, suscitando una entrega absoluta, un viaje
placentero, que conecta a la persona con su propia fuente de energía física,
emocional y espiritual, y despierta sus propios recursos para conseguir estar
lo mejor posible.
Desde este estado es posible una toma de consciencia
del estado del cuerpo y al mismo tiempo una regulación natural del organismo,
lo que otorga una sensación de descanso profundo, claridad en la mente,
equilibrio emocional y vitalidad. El cuerpo vuelve a ser, a estar, simplemente.
Es la gran magia del
Shiatsu. El toque que seduce, relaja, calienta y traspasa mucho más allá de la
piel. Habla directamente al corazón, a la esencia de quien lo recibe.